sábado, 24 de abril de 2010

PARADIGMA CUALITATIVO

Se conoce también como cualitativo, fenomenológico, humanista, naturalista o etnográfico. Ha surgido como una alternativa al paradigma positivista.
El mismo, no pretende hacer generalizaciones a partir del objeto estudiado. Dirige su atención a aquellos aspectos no observables, no medibles, ni susceptibles de cuantificación (creencias, intenciones, motivaciones, interpretaciones, significados para los actores sociales), interpreta y evalúa la realidad, no la mide. Los hechos se interpretan partiendo de los deseos, intereses, motivos, expectativas, concepción del mundo, sistema ideológico del observador, no se puede interpretar de manera neutral, separando al observador del factor subjetivo, de lo espiritual.
Su propósito culmina en la elaboración de una descripción ideográfica de éste, en términos de las características que lo identifican y lo individualizan. Busca la objetividad en el ámbito de los significados. Se centra en la descripción de lo que es único y personal en el sujeto y no en lo generalizable; pretende desarrollar conocimiento ideográfico y acepta que la realidad es dinámica, múltiple y holística; cuestionan la existencia de una realidad externa valiosa para ser analizada.
Este paradigma no concibe la medición de la realidad, sino, su percepción e interpretación, y lo hace como una realidad cambiante, dinámica, dialéctica, que lleva en sí sus propias contradicciones.
El mismo no acepta la separación de los individuos del contexto en el cual se realizan sus vidas y, de sus comportamientos; tampoco ignora los puntos de vista de los sujetos investigados, de sus interpretaciones, de las condiciones que deciden sus conductas, y de los resultados tal y como ellos mismos los perciben.
La teoría hermenéutica sirve de base metodológica a este paradigma, aparece como purificadora, iluminadora y articuladora en su esfuerzo de comprensión de la práctica social. La dimensión cultural juega su papel en esta comprensión, pues el hombre reflexiona, interpreta la realidad sobre la base de su cultura, de su formación, de su subjetividad.
En cuanto a su diseño de investigación, este es abierto, flexible y emergente. Los propios resultados que se van obteniendo durante el propio proceso investigativo van delimitando lo próximo que se va a investigar y la planificación del proceso, el cual se muestra cíclico e interactivo.
Cuando se aplica este paradigma en la actividad física, los aspectos que son estudiados, de manera exclusiva, están vinculados a las características de la esfera afectiva-volitiva de la personalidad de los sujetos, entendidas estas por: los intereses, las necesidades, la estabilidad emocional y familiar, las cualidades volitivas, las relaciones interpersonales, etc. Todas ellas analizadas desde el punto de vista de su repercusión en la actividad física desarrollada.
Contrariamente al enfoque anterior, aquí se hiperboliza el análisis cualitativo en detrimento del cuantitativo, no pretende incrementar el conocimiento teórico y establece una separación innecesaria entre la naturaleza y la sociedad.
Este paradigma corre el peligro del conservadurismo, pues si se interpreta la realidad y no se desarrolla una estrategia de intervención para transformar esa realidad, carece hasta cierto punto de sentido entonces la investigación; por lo tanto, el mismo nos debe brindar información y debe coadyuvar a sugerir alternativas teóricas o prácticas para la intervención y transformación de la realidad.

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